Escuchamos muchas veces hablar de ojo seco. El ojo seco ocurre cuando nuestra capa de lágrimas no es suficiente o no se produce de una manera efectiva y necesaria para cumplir su función. Esta capa lagrimal tiene muchas funciones como lubricar la superficie anterior del ojo para proteger las células epiteliales de la córnea y permitir el movimiento de los párpados, proveer nutrientes a la córnea, ayudar a prevenir infecciones, eliminar desechos y cuerpos extraños del ojo y proteger contra exposición ambiental de químicos y cambios de temperatura.

Las consecuencias del ojo seco abarcan desde una irritación ocular leve a la aparición de cicatrices en la superficie del ojo. Los síntomas pueden incluir sensación de quemazón, picazón, dolor, pesadez, lagrimeo, presencia de cuerpo extraño, enrojecimiento de los ojos, malestar ante la luz y visión borrosa.

El ojo seco puede ocurrir por falta de producción de lágrimas o por la ineficiencia de las lágrimas producidas. Al tener tres componentes que forman la capa lagrimal, uno lípido, uno acuoso y uno mucoso, cualquier alteración en las glándulas que lo produce puede causar el Síndrome de Ojo Seco. Esto se ve comúnmente en personas con blefaritis (inflamación de los márgenes del párpado) o en pacientes con Rosácea. Las lágrimas también se pueden evaporar más rápido de lo normal causado por el viento, humo o el aire seco. Cuando fijamos la vista en la computadora o al leer, la cantidad de veces que parpadeamos disminuye y esto también causa resequedad. La posición de los párpados sobre el globo ocular es necesaria para un esparcimiento correcto de la lágrima ya que algunas personas pueden tener el párpado desviado hacia afuera (ectropión) o hacia adentro (entropión).

Los factores de riesgo más comunes son: el tener más de 50 años, ser mujer debido a los cambios hormonales, deficiencia de vitamina A y Omega-3, el uso de lentes de contacto o el haber tenido cirugías previas de los ojos o párpados. Algunas enfermedades sistémicas, como diabetes, trastornos relacionados con la tiroides, lupus, artritis reumatoide y Síndrome de Sjögren, contribuyen a la aparición de problemas de ojo seco al igual que el uso de algunos medicamentos.

Durante el examen ocular, su oftalmólogo le hará pruebas de agudeza visual y la medida del tiempo de ruptura de la película lagrimal y de la tasa de producción de lágrimas (prueba de Schirmer). También se realiza un examen con lámpara de hendidura y una tinción de la córnea y de la película lagrimal. A veces se notan cambios en la superficie del ojo, pero a veces los síntomas pueden preceder cualquier cambio objetivo o estructural.

El tratamiento para el síndrome del ojo seco depende de la severidad de los síntomas y los cambios vistos en el examen ocular. Consta mayormente en reemplazar las lágrimas con lágrimas artificiales, gotas antiinflamatorias o de ciclosporina y el uso de vitaminas. Se recomienda evitar el aire directo a los ojos, posicionar la computadora a un nivel más bajo de los ojos, estar consciente de parpadear cuando fijamos la vista y evitar el humo de cigarrillos.  Cuando la condición es más severa, se puede poner un tapón en los puntos lagrimales para evitar la salida de lágrimas del ojo, aplicar membranas amnióticas para regenerar la superficie ocular o aproximar los párpados quirúrgicamente.

Es importante, al notar cualquier cambio en su visión, notificar a su oftalmólogo para una evaluación lo antes posible. En Eye Care Specialists of SWFL estamos para ayudarle y brindarle un servicio de excelencia en su idioma porque…Veo Por Tus Ojos!!